El cuento de la Joya y la buena Pipa

El campeonato italiano más apasionante de los últimos años nos presenta una tendencia que se repite: goleadores argentinos en los puestos de vanguardia. Ante la partida de Tevez y la irregular temporada de Icardi; Higuaín y Dybala tomaron la posta, brillando en Nápoli y Juventus. Cuando llegue el turno de definir un once para medirse ante Chile, Martino tendrá por delante un desafío interesante.

Por Leo Timossi

Cuesta recordarlo, pero ya pasaron casi tres meses desde que Argentina derrotó a Colombia por 1-0 en Barranquilla, por la cuarta fecha de las Eliminatorias. La evocación se vuelve borrosa, lejana, y nos devuelve una producción consagratoria de Biglia, una actuación bastante más brillosa que la exhibida en los encuentros anteriores…y muy poco más.

El segundo año de Gerardo Martino en la Selección cerró de forma decorosa. La herida de la Copa América no sólo estaba abierta: asomaba infectada y con mal pronóstico . Para colmo de todos los males que parecían atar la soga alrededor del cuello del Tata, Messi sufría en Barcelona la peor lesión de su carrera. Y su reemplazante Agüero, el ancho de basto de una Selección por momentos autista, cae en desgracia a minutos de comenzado el duelo ante Ecuador. El resto, una historia menos apocalíptica, lejana de ser alentadora, pero más optimista: un triunfo, dos empates y una derrota, con apenas dos goles a favor (tres en contra) fue el saldo del inicio de las Eliminatorias Sudamericanas con Destino Moscú.

Entre estos 90 días simbólicos se sucedieron una cuantiosa variedad de hechos que invitan a creer que el futuro próximo será, en principio, promesa de un mundo mejor: Messi volvió de su lesión como si nunca se hubiese lesionado. Agüero se resintió un par de veces más de su dolencia, y cada vez que regresó, convirtió de a pares. Angelito Di María parece haber recuperado en el fútbol francés su fragor por convertirse en indispensable. Y en Italia, en el bendito Calcio tan vilipendiado, los argentinos vuelven con buenas noticias.

En el Nápoli, un equipito del sur de Italia en el que un argentino anduvo bien hace unos años, juega un tal Gonzalo Higuaín, delantero de esos a los que les resulta imposible caer indiferente. El Pipa, cabeza de serie del azurro puntero, lleva 21 dianas en idéntica cantidad de encuentros y sí no es éste el mejor momento de su carrera, ha sucedido algo maravilloso en estos años y nosotros, papastrulos, no supimos darnos cuenta.

Y mientras el Pipa se confirma como el delantero más efectivo de Europa con un promedio ideal, Paulo Dybala se erige como la ¿revelación? de los últimos años. La Joya (12 goles en Liga, 2 en Champions) ya superó su mejor registró en Italia a falta de cinco meses para que finalice la temporada. ¿Cuál será el límite del ex Instituto? ¿Le alcanzará para convencer a Martino y meterse dentro del once de la Selección?